Siguiendo con el artículo
anterior, “Las brujas (protecciones)”, me contó mi abuela que el mismo efecto
que la ruda hacía el saúco ("sabuco" decía ella). Bastaba tener una
vara en casa para que la bruja no pudiera entrar ni aun de visita.
En casa se escobaba la
puerta principal de la casa para alejar a los espíritus. Al entrar y salir de
la cocina había que decir "Ave María Purísima". Si a los críos se nos
olvidaba se nos decía: "sal a la puerta y vuelve a entrar".
En el cajón de la mesa, al
irse a dormir, tenía que haber pan para las almas del Purgatorio.
No
era bueno escupir en el fuego, traía
mala suerte.
Defienden también de las
brujas las cabezas de mochuelo.
También, el colocar una
tijera debajo de la almohada y hacer un círculo y clavar un cuchillo en el
centro. Recordar lo que comenté sobre la adivinación de las brujas…
Muchas protecciones
¿verdad?
Para saber si estaban las
bruxas, naturalmente que se tenían métodos adivinatorios. Os repasaré algunos:
Me contaba José L., de
Fañanás que en Casa Azara, de Arbaniés ("mi abuelo estuvo sirviendo allí,
me decía. Un día le desaparecieron unos calcetines blancos de la maleta, sin
abrirla")
En Búbal, en casa del
Royo, de pronto en la cocina aparecía el tapón de la mejor cuba que tenían en
la bodega. El albéitar (veterinario) de Biescas no se lo creyó, pero un día que
estaba él también allí, en la cocina aparecieron de repente las herraduras de
su yegua (información de Encarnación P., de Hoz).
En Santolaria, en casa del
Piquero "se murió la abuela y cuando se hacía de noches trucaban
animaladas y al padre y a la madre les esgarrapaban (les arañaban, les
escarbaban) en la almada y encendían el candil y no había nadie. Le pusieron
nueve judías en un plato en una mesa. Que si hacían nueve misas se paraba de
trucar. Hicieron las nueve misas y se quitó todo" (Información de L. A, de
Santa Eulalia la Mayor ).
En Secastilla, hacia 1945
"en una casa pasaban cosas raras, se oían ruidos, les cambiaban las
vajillas de sitio, les echaban las almendras por las escaleras. Se asustaron y
se marcharon a vivir a otra casa" (Información señora de Reula).
En Ayera fue especialmente
famosa hace unos cuarenta años casa Ciria. Hay mucha gente que recuerda las
cosas raras que decían que pasaban, por ejemplo que las mulas de la cuadra
aparecían aparejadas, con la collera y todo. Se las quitaban y volvían a
aparecer igual.
En una casa de Morillo de
Monclús se oían ruidos por la falsa. Cuando subían a ver qué ocurría siempre
veían un caballo blanco que era como alado. Estaba dando vueltas alrededor de
la falsa y no lo podían coger. Lo relacionaban con la muerte.
En Zaidín en una casa la
mujer subió al granero a por patatas y bajó asustadísima. Subió el marido y en
la pared se veía una sombra que comprendió que era de una bruja y le pegó una
cuchillada clavando el cuchillo en la pared. Al día siguiente la bruja amaneció
con el brazo herido. (informe de Marisol G).
En Tamarite en una casa se
oían siempre ruidos extraños tanto por encima del suelo como por debajo del
techo y estaban amedrentados. Un día el hombre de la casa clavó un cuchillo en
el suelo, justo donde se oían los golpes. La bruja que vivía debajo amaneció
herida.
En Chalamera contaban
cosas raras que pasaban en una casa. Una noche se fue la mujer a casa de una
vecina dejando a una hija pequeña en la cuna y al regresar encontró la cuna con
la pequeña en la cuadra, metida entre las vacas sin que a la niña le pasara
nada. Otro día, en la artesa de amasar el pan estaba el cedazo encima de las
cernederas, cerniendo a todo cerner (separar el grano de la harina), sin que
ninguna mano lo moviera. (informe de Pilar Vi…, Chalamera).
"En casa Machemalo de
Arén, las luces se encendían solas. Se lo dijeron al cura que bendijo la
casa". (informe de Pascual).
Y podríamos multiplicar
los ejemplos…
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