Datos personales

Mi foto
ZARAGOZA, ARAGÓN, Spain
Creigo en Aragón ye Nazión

martes, 21 de junio de 2011

La noche de San Juan (sanjuanarse)

Aunque el fuego tiene una gran importancia esta noche, que por algo conmemora, entre otras cosas, el solsticio de verano en el momento de mayor esplendor del sol, el rito más importante se realizaba con agua, que es lo que se llamaba “sanjuanarse”. Las fórmulas son diversas, aunque fundamentalmente se reducen a beber de una fuente o de varias, a bañarse en un sitio determinado o a revolcarse por la hierba húmeda del rocío en caso de no haber agua.
Bañarse se hacía preferentemente en la montaña, que es donde abundan los barrancos.
He recogido información, entre otras aguas, de una fuente intermitente en el barranco de Estarrún, en Aísa. Si uno se lavaba allí la noche de San Juan desaparecían las pupas de la cabeza. Mi informador Miguel Gil me dice que es muy curioso, porque la fuente, que se llama de Madalena, está seca y a las doce en punto del 24 de Junio ya se oye borbotar y empieza a manar. Miguel conoció a un hombre que era todo una llaga. Había visitado a muchos médicos, y nada. Le dijeron que se bañara en el Estarrún: él no creía, pero por probar lo hizo: se bañó y se curó del todo.
Aisa - Río Estarrún
Es mucha la gente que te asegura que se “sanjuanaban” en la fuente de la Madalena y luego se lavaban en el río Estarrún y su agua es muy buena para las enfermedades de la piel.
Normalmente está seca, pero a media noche de San Juan mana durante una hora. Luego, se ara hasta el otro San Juan.
En Echo, como en muchos otros lugares, aseguran que hay otra fuente intermitente. Si uno se lava en ella la noche de San Juan, desaparecen las pupas de la cabeza. Cuando alguno está enfermo o impedido por cualquier otra razón de peso, no es imprescindible que acuda a la fuente: se puede coger el agua con una botella y llevada a casa.
En algunos pueblos también se “sanjuanaban” los animales. En Morillo de Sampietro, por ejemplo, en el barranco del Infierno hay una badina de regular tamaño que llaman “As Crabas” porque las “sanjuanaban” en ella.
Hemos oído, asimismo, que si uno se baña en esa noche antes de salir el sol, ya no tiene pereza en todo el año. El baño es mejor que lavarse para curar además el mal de los riñones; en Linás de Broto, el bocio.
En otros pueblos tienen que beber agua de siete fuentes distintas, pero en el trayecto no se puede cruzar ningún río o barranco. Eso de cruzar los barrancos o ríos puede ser muy peligroso, pues además de romper el hechizo de las fuentes puede traer la “marina”. La “marina” es la infección profunda. Cuando una persona se “enmarina” hay que acudir al curandero especializado, que sabe los remedios, siempre muy complicados.
Tramacastilla de Tena - El Betato
Cuando no se tiene agua a mano, como ya hemos dicho, hay que revolcarse en el relente. En Sahún lo llaman “tomá el ros”.
En Yebra de Basa y en Aquilué, si alguien estaba infectado de sarna, se revolcaba y retozaba en un campo de avena. En Laspaúles, en cambio, lo hacían en un campo de cebada.
En Tramacastilla de Tena era costumbre “sanjuanarse” en el Betato, que es un impresionante hayetal en el que jamás entra el sol y que tiene muchas connotaciones mágicas que ahora no vienen al caso y que están relacionadas con la brujería, que, como es sabido, abundó de manera especial en todo el valle de Tena.
En Sopeira, me contaron que una vez un nene tenía pupas terribles en sus partes. “El curandero nos dijo -me decían- que lo llevásemos a cinco fuentes diferentes en la noche de San Juan, que lo lavásemos y que luego lo frotásemos con avena. Así lo hicimos y el niño se curó”.
Ya hemos visto, pues, la importancia de las hogueras y del agua en la noche de San Juan. Pero no se acaba aquí el tema. Seguiremos hablando de él.


No hay comentarios:

Publicar un comentario