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lunes, 7 de mayo de 2012

¿Hasta cuando es bebé? Dica cuan ye ninón?

Ya hacía tiempo que habíamos calzado a Urbez. Entonces se llamaba "calzar" a quitarle los pañales para vestirlo con delantalicos y ponerle las boticas de lana. En muchos sitios se hacía una gran fiesta familiar con este motivo. En casa lo que hicieron fue llevarlo a enseñar a las casas de familiares, vecinos y amigos para que todos ponderaran lo rico que estaba, aunque ya se lo sabían todos de memoria.
Ya empezaba a dentar y a decir sus primeras palabras. Ya se iba solo y sin embargo seguía siendo un niño de pecho porque en aquella época la lactancia se prolongaba meses y meses.
Lo normal era que la lactancia durara hasta un par de años, aunque en ocasiones todavía se prolongase más tiempo. En Ontiñena duraba hasta cerca de los tres años. En Loarre hasta los tres o cuatro. A veces, aun después de haber sido destetados los niños acudían a su madre cuando nadie les veía para que les diera el pecho a escondidas. La razón habría que buscada muy probablemente en la falta de alimentos completos y asequibles a los niños que supliesen la falta de leche.
Recuerdo haber visto por entonces a muchas madres quejarse de los mordiscos del niño ya grandecico.
Evidentemente este problema se agudizaba con las madres que tenían gemelos, que (nosotros llamábamos "los repes") se las comían.
La llegada de gemelos era recibida como una bendición del cielo, aunque para otros significaba una dura carga por lo que suponía criar dos niños a la vez y el desequilibrar la economía doméstica futura, sobre todo si los repes eran niñas.
Existía la creencia, sin embargo, de que uno de los gemelos o ambos, morirían pronto.
Había otra cosa en la que coincidían todos: que los gemelos eran "almas blancas". No es que fueran curanderos o brujos, no. Eran medicina y magia que no es lo mismo. Las brujas no les podían hacer nada malo y además ellos mismos eran remedio para cantidad de enfermedades.
Al enfermo que no encontraba curación por ningún lado y le resbalaban todos los otros métodos de medicina popular o mágica, le bastaba con echarle por encima una chaqueta de un gemelo para quedar curado de su dolencia, fuera la que fuera.
Si una caballería estaba atorzonada (es decir, con empacho) le bastaba para curarse con que se le montaran sobre ella dos "repes" o hermanos gemelos.
En Ayerbe para curar una cabra atorzonada es necesario darle friegas con vinagre y después ponerle sobre el lomo las enaguas de una mujer que tenga una hermana gemela.
El remedio que contaba hace unos días, de curar la hernia infantil pasándose el niño entre Pedro y Juan a través de la horquilla de un roble, resultaba infalible si Pedro y Juan eran gemelos.
En Chalamera afirman que cuando una persona está deslomada se tumba en el suelo y hace que un gemelo le pise los riñones.
Otro dato curioso que oí en Tolva y que, naturalmente, no he podido comprobar, es que cuando dos gemelos son de distinto sexo, el chico sale afeminado y la chica un tanto hombruna.
También he escuchado muchas veces, hablar de las "almas blancas": "La mejor noticia que podía darle a uno el adivino era que le dijera: -No se preocupe usted, no tenga ningún temor porque es usted un hombre de alma blanca".
"Repes"
La primera persona que me habló de los hombres de alma blanca fue un viejo de Puyarruego. En su juventud se vio acosado por otro del que se decía era un bruxón. Acudió al adivino y oyó lo siguiente: "Aunque usted parezca poca cosa (era delgado y pequeño) nada tiene que temer porque es un hombre de alma blanca. En cambio, su enemigo, aunque parezca joven y fuerte, morirá pronto". Esto lo contaba él a los 90 años y concluía: "Asinas mesmo estió, igual que lo dizió o debinador".
También he escuchado el nombre de "espíritu fuerte" En Laspuña me han hablado de uno de esos hombres de “espíritu fuerte”. A él acudían las personas que debían enfrentarse a las bruxas y bruxones para que las amenazara, porque contra estos hombres ningún poder tenían las brujas".
También los nacidos en Nochebuena son almas blancas. Tienen una cruz en el paladar y pueden curar de gracia por sola inspiración divina.
En mi pueblo siempre se decía que los gemelos tenían un algo. Oí contar esta historia que dicen que pasó en Huesca:
“En una casa tenían dos gemelas y una de ellas se iba a morir. Se oían los pasos y todos los movimientos de alguien que subía las escaleras, entraba en la habitación de la moribunda, se sentaba en su cama y hasta parecía susurrar alguna oración, pero no se veía a nadie. Se supuso si era su gemela que vivía muy lejos. Así sucedió varios días hasta que mejoró.
Más tarde llegó carta de la gemela ausente congratulándose por la mejoría de su hermana, aunque nada se le había dicho para no preocuparla”.
Pero estaba hablando de la lactancia prolongada de los niños y me enredo como las cerezas en la cestica. Otro rato seguiremos…

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